NOTICIAS SEMINCI: Por gentileza de los Cines Roxy

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Por gentileza de los Cines Roxy

La película Hasta la vista, del cineasta belga Geoffrey Enthoven, ha obtenido la Espiga de Oro, este film también ha recibido el premio de la Juventud de la Sección Oficial. Les Neiges du Kilimandjaro, del realizador francés Robert Guédiguian ha logrado la Espiga del Plata del certamen y el Premio del Público, otorgado por votación de los espectadores.   El Premio al Mejor Director ha recaído en la cineasta polaca Agnieszka Holland, por su largometraje W ciemnosci (In Darkness). Y el Premio ‘Pilar Miró’ al Mejor Nuevo Director ha sido para la directora española Paula Ortiz, por su primera película De tu ventana a la mía.

 La cinta canadiense Monsieur Lazhar, del director Philippe Falardeau, ha recibido el Premio ‘Miguel Delibes’ al Mejor Guión, el Premio FIPRESCI de la crítica cinematográfica y una mención del Jurado AECID (Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo).

 La actriz china Zhou Dongyu, protagonista de la película Shan zha shu zhi lian (Amor bajo el espino blanco), del director Zhang Yimou ha logrado el Premio a la Mejor Actriz y el Mejor Actor ha sido concedido ex aequo a Brendan Gleeson, protagonista  de The Guard, del director John Michael McDonagh, y Patrick Huard por Starbuck, del realizador Ken Scout.

 En el apartado de cortometrajes, se ha concedido la Espiga de Oro ex aequo a Ticket, de Ferenc Rófusz y Il respiro dell’ arco, de Enrico Maria Artale.

 La sección Punto de Encuentro ha premiado como Mejor Largometraje Eldfjall (Volcán), del director islandés Rúnar Rúnarsson. El premio del público de esta sección ha sido para la película española Terrados, de Demian Sabini. Y el jurado de la sección documental ‘Tiempo de Historia’ ha concedido su primer premio a Murundak Songs of Freedom (Canciones para la libertad), de Natasha Gadd y Rhys Gram,  que también ha logrado una mención del Jurado AECID. El segundo premio ha sido para el documental Unfinished Spaces (Espacios inacabados), de Alysa Nahmias y Benjamin Murray y Family Portrait in Black and White (Retrato de una familia en blanco y negro), de Julia Ivanova ha logrado el tercer premio de esta sección y ha sido reconocido también con el Premio a la Diversidad Cultural, galardón otorgado por el Jurado AECID.

El Barrio Girón y el Cine Castilla presentes en la Seminci.

La agrupación cultural ‘Rémora’ y la productora La Industria Visual presentaron en la Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci) el documental que han realizado sobre los últimos 50 años del barrio Girón de la ciudad y la historia del Cine Castillas, actualmente «abandonado». Según han informado fuentes de la productora en un comunicado, se trata de un proyecto «singular de cooperación asociativa y empresarial», cuyo objetivo es «la recuperación de la memoria» del barrio Girón y del antiguo cine Castilla.  Para esta coproducción, La Industria Visual y ‘Rémora’ han contado con la directora afincada en Berlín Ana Calvo do-Allo, y han involucrado también a más de 150 vecinos del barrio para que contasen sus historias y las del cine a través de entrevistas, animaciones originales de motivos de películas e, incluso, representaciones de fragmentos de filmes hechas por los propios vecinos. Así, el barrio Girón de Valladolid «se ha convertido durante unos meses en un inmenso plató» en el que los vecinos han recreado escenas de películas de Buñuel, Godard, Berlanga y de Hitchcock, entre otros, para contar su historia a través del elemento que marcó sus vidas, el cine Castilla.  La productora ha explicado que la producción, titulada ‘Scarlett en la calle del Olvido’ vincula «la fantasía de las animaciones y de las películas con la realidad brutal de un barrio hasta hace poco tiempo considerado marginal», y recorre los últimos 50 años de historia de la ciudad y de España «desde la fundación del barrio como lugar de repoblación tras la Guerra Civil hasta los movimientos sociales de la transición, pasando por el germen de disidencia de la dictadura que supusieron la iglesia del barrio y la asociación de vecinos».   Todo ello está ilustrado con las películas que pudieron verse en su cine, «desde Antonio Molina hasta el género denominado en la época Arte y Ensayo, el hoy conocido como cine de autor». La Industria Visual produce en estos momentos proyectos para televisión como la serie ‘Guardianes del Temple’ en colaboración con otras productoras de Castilla y León. Por su parte, el colectivo Rémora desarrolla «una importante labor de creación y difusión artística nacional e internacional».  Ambas entidades se han unido en este proyecto que forma parte de ‘Espacios Difusos’, un trabajo de intervenciones artísticas temporales en espacios abandonados o deprimidos de la ciudad, del que también forma parte el estudio de Arquitectura ‘Oa’, y que se celebró por vez primera el año pasado en Valladolid con la colaboración de 14 artistas nacionales.

Carlos Ramírez-Director de ASOFED, pública un interesantísimo artículo, titulado: Música de Cine, BSO de una vida, en la revista Voz en Off, la voz de Punto Radio en la Seminci. Os ofrecemos el artículo completo:

MÚSICA de  CINE, BSO de una vida.

Desde los tiempos del cine mudo, en el que a través de distintos ruidos, o con el sonido más o menos intenso de un piano, tocado por un pianista a oscuras, se remarcaban distintas escenas y momentos de la película proyectada en pantalla, la música se ha incorporado a la cinematografía, como un personaje más.

 Componer específicamente una partitura para cine, a fin de crear sentimientos y acentuar atmósferas, es siempre una labor que exige sensibilidad y talento. Acoplar la música a las imágenes requiere una capacidad muy especial por parte del creador para interiorizar las emociones que el realizador pretende provocar en determinados momentos del argumento cinematográfico.

La banda sonora de un filme tiene que reforzar, con sus efectos, las intenciones de cada secuencia, sea con orquestaciones con ritmos diferentes o incluso con el recurso de los silencios. Esa es la clave para que la simbiosis sea eficaz.

Un realizador puede recurrir a música no concebida originalmente para una obra cinematográfica, o solicitarla por encargo.

Es importante diferenciar entre lo que conceptualmente es una banda sonora y la música cinematográfica propiamente dicha.

Por música cinematográfica se entiende toda música compuesta para un filme. Podría pensarse en un primer momento que no hay ninguna diferencia entre el término música cinematográfica y el de banda sonora. Esto es un grave error, pues la música es parte de la banda de imagen sonora, que funciona en paralelo a la banda de imagen visual, y lleva además las voces y los efectos de sonido. El cine funciona en este constante paralelismo entre sonido e imagen, y la primera es vital para entender la segunda. Es por esto que la música compuesta para el cine tiene sus propias características, distintas a la de todo otro tipo de composición musical.

La Banda Sonora Original (B.S.O.) en inglés Original Soundtrack (O.S.T.), a veces simplemente banda sonora, y también a menudo en el argot cinematográfico soundtrack se define técnicamente como la parte de sonido completa y el resultado de la edición de diferentes pistas de sonido, ya sean diálogos, sonidos y música de una obra o el acompañamiento paralelo. Coloquialmente, y con raras excepciones, el término alude solamente a la música de un film o a la comercialización de los temas musicales de una obra como videojuegos, programas de televisión y radio. Desde un punto de vista musical, se entiende como banda sonora original aquella música tanto vocal como instrumental compuesta expresamente para una película cumpliendo con la función de potenciar aquellas emociones que las imágenes por sí solas no son capaces de expresar. Compositores famosos de bandas sonoras son Ennio Morricone (el bueno, el feo y el malo,, La misión, Cinema Paradiso…), John Williams (Tiburón, La guerra de las galaxias, Indiana Jones…) o Hans Zimmer (El Rey León, Gladiator, las dos secuelas de Piratas del Caribe,..).

Cuando hablamos de grandes compositores de música cinematográfica, haciéndolo extensivo a las bandas sonoras, no cabe duda que Ennio Morricone y John Williams (que interesará más al auditorio) estamos hablando de dos de los clásicos. El italiano Ennio Morricones sobre todo conocido popularmente por los spaghetti westerns, o películas como El Bueno, El Feo y El Malo, por un Puñado de Dólares, pero sin embargo Morricone ha colaborado con directores de la talla Pier Paolo Pasolini, Bernardo Bertolucci, Brian de Palma e inclusive con Pedro Almodóvar en Átame. También, como curiosidad, compuso la marcha de la Copa Argentina del 78, y en general, a lo largo de su carrera ha compuesto la música para cientos de películas.

En cuanto a John Williams podemos decir que su trabajo se extiende a lo largo de seis décadas, y entre sus composiciones destaca Tiburón, ET y Star Wars, pero también Indiana Jones, Harry Potter, JFK, Nacido el 4 de Julio, y entre sus películas antiguas compuso Cómo Robar un Millón en el 66 y El Violinista en el Tejado del 71, en 77 el cuarto episodio de Star Wars y en el 78 participó en SuperMan.

Concebir el cine sin su música se nos hace arto complicado, nadie se imagina Casablanca sin que Sam la vuelva a tocar, o las distintas partes de El Padrino no tendrían ningún sentido sin la música que va contribuyendo la atmósfera adecuada de cada secuencia. En el cine que se hace actualmente, la música si cabe adquiere un papel mucho más determinante, y en una película como No es País para Viejos en la que apenas hay diálogos todos los sonidos de la banda sonora contribuyen a reforzar el argumento de la película.

Otro aspecto del que me gustaría hablar y este si relaciona de forma directa la música y el cine son las películas propiamente musicales. Fred Astair y Ginger Rogers hacían las delicias de los espectadores de la época con su forma frenética de bailar, acompañados siempre de grandes orquestaciones que reproducían la música de moda en los Estados Unidos de la época.

Directores como Quentin Tarantino, que utiliza a músicos como actores y actores como músicos, y en donde la banda sonora tiene una especial relevancia, películas como Reservoir Dogs, Pulp Fiction, Kill Bill.

El inigualable Carlos Gardel realizó películas en las que no sólo el tango era el sonido reproducido, si no se acercó a otros estilos musicales como el Fox Tropp (sonido muy cercano al Charleston y el primer Jazz rítmico) e incluso la Jota en una película que rodó en España, en Aragón. Posteriormente Elvis Presley hizo una serie de películas en las que mostraba su faceta de actor, con mayor o menor éxito, pero películas en cualquier caso inolvidables ambientadas en Hawai o Las Vegas. Los Beattles también se adentraron en el mundo del cine, siendo Yellow Submarine lo más conocido que hicieron cinematográficamente. Maddona realizó varias películas, la mayoría sin éxito como Dick Tracy, quizá la excepción sea Who is that girl? Muchos otros músicos se han lanzado al mundo cinematográfico con mayor o menor éxito.

Hay otro tipo de películas que acercan aún más la música y el cine, y ya cuesta diferenciar un mundo del otro, estoy hablando de los grandes musicales, como Sonrisas y Lágrimas, West Side Story, Fiebre del Sábado Noche, Mery Poppins, Cantando Bajo la Lluvia, Easy Rider, La Gran Estafa del Rock & Roll, American Graffiti, Granujas a todo Ritmo, Hair Spray, Rebeldes del Swing, Cuadrofenia, Grease o  Mamma Mia! Y muchas otras. Por otra parte, muchos musicales se han acercado al Jazz, el Blues y otros géneros.

También ha habido grupos que han hecho series de televisión que estaban concebidas cinematográficamente, el caso más destacado son los Monkeys, que se mantuvieron en antena durante décadas.

Grupos y artistas españoles que han hecho musicales desde Antonio y Miguel de Molina, Estrellita Castro, Lola Flores, los niños prodigio Marisol y Joselito, el Dúo Dinámico, Raphael, Julio Iglesias y Manolo Escobar.

Otro aspecto de unión entre el cine y la música son los actores que han editado discos como Marlene Dietrich, Ava Gagner y sobre todo Marilyn Monroe.

Hay un género de películas conocidas como Road Movies o películas de carretera donde la música se convierte en un elemento esencial y nos va trasladando junto con los personajes por los distintos paisajes y territorios por donde el director nos quiere llevar. Películas como Telma y Luis, París Texas, El Diablo sobre Ruedas, Easy Riders, Bonnyt & Clide y tantas otras.

En las películas infantiles y en los dibujos animados emitidos para televisión, la banda sonora tiene un papel fundamental, y todos reconocemos personajes como el Coyote o el Correcaminos con la música que se presentaban, como Bugs Bunny o Porky. La música aquí adquiere un papel determinante, y sin música ni banda sonora los dibujos animados carecerían de sentido. En el manga y el anime proveniente de Japón, este fenómeno queda suficientemente reflejado con el nacimiento  de cientos grupos musicales, que desde su afición a la series  de dibujos animados y películas se han acercado a su música, recreando su temas y surgiendo un nuevo tipo de forma de baile el PARA PARA.

La música de John Williams es el complemento perfecto para la saga de Star Wars. Sin la música y los efectos especiales, estaríamos hablando de otras películas.

Asimismo las letras de  algunas canciones son un guión perfecto para una película, cuando no, una película completa relatada en  tres o cuatro minutos, Leonard Cohen, Lou Reed, Bruce Springsteen, Los Secretros o Joaquín Sabina son un claro ejemplo de este paradigma. 

 Se hace evidente el papel y la unión casi perfecta entre música y cine. Son cientos de bandas sonoras las que se venden a diario en el mercado, con muchas películas ocurre lo mismo que con muchos anuncios, los reconocemos por su música, y sin ellas estas películas no hubieran obtenido el éxito que han alcanzado.

En Valladolid encontramos un nexo de unión añadido entre música y cine, La Seminci y La Feria del Disco, son dos acontecimientos culturales, que pueden presumir de número de ediciones, de amplia repercusión mediática y de contenidos atractivos para el público como demuestra el éxito de sus sucesivas convocatorias.   

Se me hace difícil concebir el cine sin la música y la música sin su carga cinematográfica, por lo que os amino a disfrutar de esta perfecta simbiosis.

Carlos Ramírez-ASOFED.


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