Miserias Olímpicas, miserias sociales.
Londres 2012 ha clausurado sus actividades hace unas fechas con todos sus fastos y suntuosidad de celebraciones, y en estos días ha sido publicada la noticia de la muerte de la Atleta somalí Saamiya Yusuf Omar, quien participó en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, y que perdió la vida en su intento de llegar a Italia por mar desde Libia, como tantos otros compatriotas y ciudadanos de otros países del continente negro, eternamente olvidado.
Este hecho no viene sino a ilustrar la realidad de este mundo injusto y caótico en el que vivimos, mientras occidente se mira el ombligo, casi siempre con más grasa de la conveniente, en su interminable crisis, otros seres humanos huyen de la desolación, la miseria, las guerras, y las catástrofes, mientras los dirigentes occidentales tratan de calar y empapar a la opinión pública de que sus males se derivan, en gran parte, de la presencia de seres humanos venidos de otros confines a realizar trabajos que los nativos no quieren ejercer, en un discurso nada improvisado cuya última intención es arrastrar a la opinión pública hacía posiciones afines a sus intereses ocultos muchas veces inconfesables aunque casi siempre con el lucro como eje, aunque sea a toda costa. Saamiya Yusuf Omar solo es un ejemplo más de nuestra insolidaria e insostenible actitud que poco a poco se va transformando en aptitud de una sociedad enferma, por usar terminología deportiva, preocuparnos solo de lo nuestro, mirar hacia otro lado es decir pasar Olímpicamente.
Carlos Ramírez.