“Grease” siempre nos quedarán Olivia & John
Se cumplen35 años del estreno de la película un 16 de junio de 1978
Decía el tango magníficamente interpretado por Gardel que veinte años no es nada que febril la mirada errante en la sombra te busca y te nombra, pues esta letra tan tanguera bien la podemos aplicar a este musical de Randal Kleiser del que hoy se cumplen 35 años de su estreno y sigue más vigente que nunca, a través de representaciones teatrales y otras actividades.
Una película que causo furor en su momento y que venía a poner de nuevo en primer plano un sonido que ese momento, al menos en Europa, vivía un poco escondido. No olvidemos que el punk era ya una realidad juvenil que venía a hablarnos de la gran estafa del rock&roll del que tras la eclosión de este movimiento no quedarían ni las cenizas.
Lo cierto es que estas premisas no se cumplieron y tras el movimiento punk vinieron otros sonidos otros estilos y alguno revival que nos demostró que sonidos como el rock y el pop seguían vigentes, eso sí habían perdido ese poder vanguardista contracultural que tuvieron en su momento en eso sí que no se equivoco la profecía punk.
Pocos eran los grupos que a finales de los 70 hacían rock&roll clásico más allá de las versiones y algunos grupos comerciales con cierto impacto en las listas como Rocky Sharpe y sus Replays que volvieron a poner en la palestra viejas inolvidables melodías y ritmos de los 50´s y 60´s
Pese a ese espíritu reinante en los ambientes musicales más undergrounds, avanzados y desencantados Grease supuso un impacto inesperado tanto musical como estéticamente y fueron muchos jóvenes los que a través de la película se acercaron a sonidos imprescindibles para conocer la historia musical y poder seguir manifestando ahora con un conocimiento mayor que todo lo anterior había sido un estafa.
Hoy treinta y cinco años después esta película se pone de ejemplo en muchos high schools, a los que también homenajearon los Ramones, de cómo era la vida en un instituto allá por las décadas de los 50´s y los 60´s una etapa en la que la sociedad norteamericana se sentía solida y firme tras su victoria en la 2ª Guerra Mundial además de referente del mundo libre y satisfecho en contraposición con la triste y gris sociedad soviética, la exteriorización de este prototipo juvenil era un generación preocupada por cuestiones no existenciales sino más bien inmediatas, privadas y socialmente insustanciales de la que la música fue un reflejo permanente, con un contenido sencillo en el mensaje pero de gran transcendencia rítmica cuya repercusión sigue vigente en nuestros días.
Carlos Ramírez.
Por entrar en un concurso televisivo y echarla la primera, por darles a todos en la boca con su primer cd, por pedir a gritos un psicólogo cada vez que escuchas sus depresivas letras y, sobretodo, por esa voz tan cansina y ruidosa. Nadie tiene su timbre, se le pueden acercar, la pueden imitar pero nadie consigue ser como ella. Y es que Mai al hablar, también, lo hace con ese matiz, el de niña pardilla repelente. Sí, todo eso, pero niña genial. La número 1.