El Circo Holiday
El Circo tiene esa magia especial que no precisa de cambios para se un espectáculo al gusto de niños y mayores.
Payasos, trapecistas, equilibristas, domadores siguen asombrando sin necesitar grandes artificios
El circo es el espectáculo que mejor pervive con el paso del tiempo, uno puede estar sentado delante de una pista ocupando su asiento y la imagen, sino fuese por las vestimentas de los espectadores podría ser actual, de hace décadas (incluso siglos) o de una época futura incierta.
Sin precisar de nuevas tecnologías ni de marketing innovador el circo preserva esa magia y encanto que le ha hecho mítico a lo largo de generaciones, la propuesta es sencilla; un hilo conductor, un presentador, unos payasos, y unos especialistas acompañados de los más diversos animales, captan la atención, causan la risa y las emociones de niños y mayores que con asombro y mirada incrédula siguen los movimientos de equilibristas, las increíbles contorsiones de los trapecistas, y la sencillez de unos trucos de magia que nadie es capaz de resolver, sin olvidarnos de la ternura, emotividad y risas sinceras e infantiles que provocan esos magos del humos que son los payasos.
También fuera de la pista las condiciones de vida de estos trotamundos apenas ha variado, si viajan en vehículos a más velocidad pero siguen viviendo en sus caravanas en los arrabales de las ciudades y pueblos que transitan, un modo de vida que pasa de generación en generación contagiando desde la cuna ese gusto por la aventura, el riesgo que se traduce en su lema más difícil todavía, para que las distintas generaciones sigamos asombrándonos con el mayor espectáculo del mundo el circo.
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