Fallece Gabriel García Márquez. Ya no tenemos a quien nos escriba con semejante belleza.
La literatura universal pierde uno de sus máximos exponentes.
Colombia llora a uno de sus más insignes representantes. El escritor nacido Aracataca, en el departamento del Magdalena, contribuyo como pocas figuras a universalizar la literatura colombiana y el idioma castellano.
Conocido familiarmente y por sus amigos como Gabito (hipocorístico guajiro para Gabriel), o por su apócope Gabo desde que Eduardo Zalamea Borda, subdirector del diario El Espectador, comenzara a llamarlo así.
Siempre estará relacionado de manera inherente con el realismo mágico y su obra más conocida, la novela Cien años de soledad, es considerada una de las más representativas de este género literario e incluso se considera que por su éxito es que tal término se aplica a la literatura desde los años setenta. En 2007, la Real Academia Española y la Asociación de Academias de la Lengua Española lanzaron una edición popular conmemorativa de esta novela, por considerarla parte de los grandes clásicos hispánicos de todos los tiempos.
Mundialmente reconocido por su genio como escritor, tuvo seguidores y detractores por su posturas política y su amistad con Fidel Castro.
Cualquiera de sus obras es imprescindible, por citar una que me impacto en su lectura fue: El Coronel no tiene quien le escriba